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Por Hugo Maguey
La depresión, a menudo confundida con la tristeza, es una enfermedad seria y compleja que afecta a millones de personas en el mundo. En México, de acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se estima que más del 15% de los adultos han experimentado algún episodio depresivo a lo largo de su vida. A pesar de su prevalencia, los mitos que la rodean y el estigma asociado con el tratamiento dificultan que muchas personas busquen ayuda.
Mitos sobre la depresión
Uno de los mitos más comunes es que la depresión es simplemente “estar triste”. Sin embargo, los expertos en salud mental subrayan que esta enfermedad va más allá de las emociones pasajeras. La depresión afecta la manera en que las personas piensan, sienten y manejan las actividades diarias, desde trabajar hasta comer o dormir. Otros mitos incluyen la idea de que “es cuestión de echarle ganas” o que “sólo le pasa a personas débiles”, creencias que además de erróneas son dañinas, pues perpetuan la desinformación y la falta de empatía.
Síntomas de la depresión
Los síntomas de la depresión pueden variar, pero entre los más comunes se encuentran:
- Sentimientos persistentes de tristeza, vacío o desesperanza.
- Pérdida de interés o placer en actividades que antes eran disfrutables.
- Cambios significativos en el apetito o el peso.
- Dificultad para dormir (insomnio) o dormir en exceso.
- Fatiga o pérdida de energía constante.
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva.
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
Estos síntomas deben ser tomados en serio, especialmente si duran más de dos semanas o afectan la vida cotidiana de la persona.
¿Cuándo acudir con un profesional de la salud mental?
Es importante buscar ayuda profesional si los síntomas interfieren significativamente con el trabajo, la escuela, las relaciones personales o las actividades diarias. También se recomienda acudir con un especialista si se tienen pensamientos suicidas, ya que esto representa una emergencia médica. La salud mental, al igual que la física, requiere atención oportuna para evitar complicaciones mayores.
¿Por qué acudir al psiquiatra y al psicólogo?
El tratamiento ideal para la depresión suele incluir tanto terapia psicológica como intervención psiquiátrica. Los psicólogos ayudan a las personas a entender y manejar sus emociones, pensamientos y conductas a través de técnicas como la terapia cognitivo-conductual. Por su parte, los psiquiatras son médicos especializados que pueden recetar medicamentos como antidepresivos para estabilizar los síntomas. Ambos roles son complementarios y esenciales en muchos casos de depresión.
Signos de alarma
Entre los signos de alarma más graves están:
- Aislamiento social extremo.
- Abandono de responsabilidades básicas.
- Consumo excesivo de alcohol o drogas como forma de escape.
- Comportamientos autodestructivos.
- Expresiones verbales relacionadas con la muerte o el suicidio, como “no vale la pena vivir”.
Si tú o alguien cercano presenta estos signos, es fundamental buscar ayuda de inmediato.
¿Dónde acudir en México?
En México, existen varias opciones para recibir atención:
- Línea de la Vida: 800 911 2000, disponible 24/7 para orientación en salud mental.
- SAPTEL: 800 472 7835, un servicio de apoyo emocional gratuito y confidencial.
- Instituciones públicas: Como el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, hospitales generales y centros de salud que cuentan con servicios de psiquiatría y psicología.
- Organizaciones civiles: Varias ONGs, como Salud Mental México, ofrecen asesoramiento y tratamiento a bajo costo.
La depresión tiene solución
La depresión puede ser tratada y manejada con éxito en la mayoría de los casos. Las herramientas incluyen terapia psicológica, medicamentos, hábitos saludables como el ejercicio y la alimentación equilibrada, así como la creación de redes de apoyo. Hablar abiertamente de la depresión, identificar los síntomas y buscar ayuda profesional son pasos cruciales.
En palabras de expertos en salud mental: “La depresión no es un fracaso personal, es una enfermedad que puede ser tratada. Reconocerla y atenderla es un acto de valentía”. La salud mental es tan vital como la física, y atenderla debería ser una prioridad colectiva.
