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Por Hugo Maguey
Ronald Douglas Johnson, será el primer embajador de Estados Unidos en México de origen militar. Conocido como Ron Johnson, es un diplomático estadounidense con experiencia previa en América Latina. Antes de su designación como embajador, trabajó en diversas áreas relacionadas con seguridad nacional y diplomacia. Su carrera también incluye un enfoque en temas de gobernanza y desarrollo económico, que se han convertido en elementos clave de la política exterior de Estados Unidos hacia la región.
Trayectoria en El Salvador
Johnson se desempeñó como embajador de Estados Unidos en El Salvador desde 2019 hasta 2021, durante la administración de Donald Trump. Su gestión estuvo marcada por un fuerte énfasis en la colaboración bilateral en seguridad y migración. Fue una figura central en la implementación de acuerdos para reducir la migración irregular hacia Estados Unidos, lo que incluyó el apoyo al despliegue de la Guardia Nacional salvadoreña y el fortalecimiento de las fronteras.
Además, Johnson mantuvo una relación cercana con el gobierno del presidente Nayib Bukele, aunque su gestión fue criticada por algunos sectores que lo percibían como permisivo frente a las crecientes tendencias autoritarias del mandatario salvadoreño. En términos económicos, Johnson trabajó para fomentar la inversión estadounidense en El Salvador y promovió programas para fortalecer la educación técnica y el empleo juvenil, alineándose con los objetivos de reducir las causas estructurales de la migración.
Qué esperar en México
Si Ron Johnson es designado como embajador en México, su historial en El Salvador podría ofrecer pistas sobre sus prioridades. Es probable que continúe la línea de la política exterior estadounidense enfocada en la migración y la seguridad fronteriza. Su experiencia en colaborar con gobiernos para implementar medidas de control migratorio sugiere que buscaría profundizar los acuerdos actuales, como el programa “Quédate en México” y otros relacionados con el Título 42 y el Título 8.
En el ámbito económico, podría promover una mayor inversión estadounidense en sectores clave como energía y manufactura, especialmente en el contexto del nearshoring. También podría priorizar el fortalecimiento de cadenas de suministro y el impulso a proyectos regionales que beneficien a ambos países, alineados con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Un posible reto diplomático
Sin embargo, el contexto político en México podría presentar desafíos. Las relaciones entre ambos países han sido tensas en temas como el fentanilo, la política energética mexicana y la cooperación en seguridad. La habilidad de Johnson para mantener relaciones diplomáticas fuertes mientras navega estas tensiones será crucial para su éxito.
Ron Johnson llega con una reputación de pragmatismo y enfoque en resultados. Si su gestión sigue los patrones de su trabajo en El Salvador, México podría esperar un embajador que priorice la seguridad, el comercio y la estabilidad regional, aunque quizá con una postura más firme en cuanto a exigencias relacionadas con intereses estratégicos estadounidenses.
En contexto: ¿Qué son los títulos 8 y 42?
