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Por Hugo Maguey
En los últimos meses, medios de comunicación han generado titulares alarmistas sobre el norovirus y el metapneumovirus, sugiriendo escenarios que evocan pandemias similares a las vividas con el COVID-19. Sin embargo, es importante entender que estos virus, aunque significativos en términos de salud pública, no representan un riesgo pandémico. Aquí te explicamos por qué.
El norovirus: altamente contagioso, pero no mortal
El norovirus es conocido como la principal causa de gastroenteritis aguda a nivel mundial. Este virus se transmite fácilmente por contacto directo, superficies contaminadas o alimentos infectados, causando síntomas como diarrea, vómitos y náuseas que suelen durar entre uno y tres días.
- Por qué no es una amenaza pandémica:
- Corta duración: Aunque incómodo, el norovirus rara vez causa complicaciones graves en personas sanas.
- Bajo índice de mortalidad: Solo en casos extremos, como en niños pequeños, ancianos o inmunocomprometidos, puede generar deshidratación severa que requiera atención médica.
- Control eficaz: Medidas como el lavado de manos, higiene alimentaria y desinfección de superficies pueden contener su propagación.
El metapneumovirus: un viejo conocido
El metapneumovirus humano (hMPV) pertenece a la familia de los virus respiratorios que causan infecciones como el resfriado común. Afecta principalmente a niños pequeños, adultos mayores y personas inmunocomprometidas, generando síntomas respiratorios como tos, fiebre y congestión nasal.
- Por qué no es una amenaza pandémica:
- Baja mortalidad: Si bien puede complicarse en personas vulnerables, generalmente se resuelve sin intervenciones mayores.
- No es nuevo: Descubierto en 2001, el hMPV circula de forma estacional, similar a otros virus respiratorios como el VRS (virus respiratorio sincitial).
- Prevención efectiva: Buenas prácticas de higiene y el aislamiento de casos severos son suficientes para controlar su propagación.
El rol del sensacionalismo mediático
Los titulares sobre virus como el norovirus y el metapneumovirus suelen exagerar su peligrosidad, generando miedo innecesario en la población. Esto puede deberse a varias razones:
- Mayor consumo de noticias: Tras la pandemia de COVID-19, las audiencias son más sensibles a temas de salud, lo que impulsa a los medios a destacar este tipo de historias.
- Falta de contexto: Se omite que estos virus son conocidos y manejables con medidas básicas de higiene.
- Desinformación: El uso de términos como “nuevo brote” o “riesgo global” sin explicar que los casos están dentro de patrones normales contribuye a la alarma social.
La realidad: un llamado a la prevención, no al pánico
Tanto el norovirus como el metapneumovirus son virus que debemos tomar en serio en términos de prevención, especialmente en grupos vulnerables. Sin embargo, no tienen las características necesarias para desencadenar pandemias globales, como alta mortalidad o falta de inmunidad en la población general.
Conclusión
El tratamiento mediático de enfermedades como el norovirus y el metapneumovirus debe ser más responsable. En lugar de sembrar miedo, los medios deberían promover medidas simples de prevención, como el lavado frecuente de manos y el cuidado de personas en riesgo. Es fundamental discernir entre riesgos reales y titulares sensacionalistas para evitar una alarma innecesaria.
