La química del amor

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El amor va mucho más allá de su dimensión romántica y emocional. También es un fenómeno químico, histórico y económico.

¿Qué ocurre en el cerebro cuando nos enamoramos, y cuándo nos desenamoramos?

La química del amor: un viaje neurobiológico

El enamoramiento es un proceso bioquímico que involucra diversas sustancias en el cerebro. Es una compleja interacción de neurotransmisores y hormonas que afectan nuestro cerebro y cuerpo. Lo que en ocasiones se describe como enamoramiento, mariposas en el estómago, o simplemente amor, es en realidad una respuesta a la producciones de hormonas y neurotransmisores.

1. Dopamina: La recompensa del amor

El primero y más importante de los neurotransmisores es la dopamina, que está vinculada con el sistema de recompensa del cerebro. Es la misma sustancia que se libera con actividades placenteras como comer,  tener relaciones sexuales, correr, escuchar música o consumir ciertas drogas.

¿Cómo funciona?

Cuando nos enamoramos, el cerebro libera dopamina en regiones clave, como el área tegmental ventral (VTA) y el núcleo accumbens, que están asociados con el placer y la recompensa. Esto genera una sensación de euforia y motivación para estar cerca de la persona amada.

2. Oxitocina: La hormona del apego y la confianza

Conocida como la hormona del amor, la oxitocina juega un papel clave en la formación de vínculos afectivos y en la sensación de cercanía emocional.

La oxitocina se libera principalmente en los siguientes escenarios:

  • Abrazos y caricias: El contacto físico prolongado aumenta significativamente la producción de oxitocina.
  • Sexo y orgasmo: Durante el orgasmo, se libera una gran cantidad de oxitocina, lo que fortalece el vínculo emocional entre las parejas.
  • Lactancia: No sólo en el amor romántico, sino también en el amor materno, la oxitocina es clave para fortalecer el apego entre madre e hijo.
  • Confianza y conexión emocional: Las interacciones emocionales profundas, como conversaciones íntimas o compartir experiencias significativas, incrementan la oxitocina.

¿Con qué fenómenos está relacionada la oxitocina?

La oxitocina está implicada en:

  • La monogamia en algunas especies: Algunos animales como los ratones de la pradera, que tienen altos niveles de oxitocina, forman lazos monógamos de por vida, así como los albatros y otras especies.
  • Reducción del estrés: La oxitocina puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, promoviendo una sensación de calma y bienestar.
  • Confianza y generosidad: La oxitocina puede hacer que las personas sean más propensas a confiar en otros y a actuar de manera altruista.

3. Adrenalina y noradrenalina: El origen de las “mariposas en el estómago”

Las “mariposas en el estómago” no son sólo una metáfora romántica, sino una respuesta fisiológica real impulsada por la adrenalina y la noradrenalina.

Esta sensación se genera cuando nos encontramos con alguien que nos atrae, el sistema nervioso simpático entra en acción, generando una respuesta de lucha o huida similar a la que ocurre en situaciones de peligro o excitación intensa.

Este proceso ocurre de la siguiente manera:

  1. El cerebro percibe el estímulo (la persona amada) → Se activa la amígdala, una región del cerebro que procesa emociones como el miedo y la excitación.

  2. Liberación de adrenalina y noradrenalina → La glándula suprarrenal segrega estas sustancias, lo que desencadena respuestas fisiológicas como:

    • Aumento del ritmo cardíaco.
    • Sudoración en las manos.
    • Aceleración de la respiración.
    • Redirección del flujo sanguíneo.
  3. Efecto en el estómago → La adrenalina provoca que el sistema digestivo reciba menos flujo sanguíneo, ya que el cuerpo prioriza el envío de sangre a los músculos para responder a la excitación. Esta reducción en la actividad digestiva causa la sensación de un vacío o “mariposas en el estómago”.

Este mecanismo biológico explica por qué los encuentros con alguien que nos gusta pueden generar nerviosismo y excitación simultáneamente.


4. Cortisol: La hormona del estrés en el amor

Durante las primeras etapas del enamoramiento, los niveles de cortisol, la hormona del estrés, aumentan significativamente. Esto se debe a la incertidumbre y la ansiedad que acompañan el inicio de una relación:

  • ¿Le gustaré tanto como me gusta?
  • ¿Responderá mi mensaje?
  • ¿Cuándo la veré de nuevo?

Sin embargo, a medida que la relación se estabiliza, los niveles de cortisol disminuyen y el cuerpo entra en una fase de calma en la que predominan la oxitocina y las endorfinas.

  • Dopamina: La principal responsable de la sensación de placer y recompensa. Es la misma sustancia que se activa con drogas como la cocaína, lo que explica por qué el amor puede ser adictivo.
  • Oxitocina y vasopresina: Conocidas como las hormonas del apego, refuerzan los lazos emocionales y la confianza entre las parejas.
  • Serotonina: En niveles bajos, contribuye a la obsesión por la persona amada, similar a lo que ocurre en personas con trastorno obsesivo-compulsivo.
  • Noradrenalina: Responsable de la excitación y la euforia que sentimos al estar con alguien especial.
  • Endorfinas: Generan una sensación de bienestar y actúan como un analgésico natural.

El enamoramiento inicial, con su intensidad emocional, suele durar entre seis meses y dos años. Luego, el cerebro se adapta y el amor pasa a una fase más estable, en la que predominan la oxitocina y la vasopresina, fortaleciendo el compromiso y el apego.

¿Y cuando el amor se acaba?

Cuando una relación termina, los niveles de dopamina y oxitocina caen en picada, lo que puede generar síntomas de abstinencia similares a los de una adicción. Además, el aumento de cortisol, la hormona del estrés, puede generar ansiedad y depresión. Sin embargo, con el tiempo, el cerebro se recupera y encuentra nuevas formas de liberar estos químicos, permitiéndonos seguir adelante.

¿Pero, qué hace que nos enamoremos de alguien en especial, por qué no nos enamoramos de cualquier persona?

Es un proceso complejo que involucra múltiples factores biológicos, incluyendo el olfato, la vista, la voz y la compatibilidad genética. A nivel químico, el cerebro responde a señales específicas enviadas por el cuerpo y el entorno de la otra persona, lo que desencadena la liberación de neurotransmisores y hormonas.

1. Feromonas y el olfato: ¿el amor huele?

Las feromonas son sustancias químicas que los seres humanos secretan y que pueden influir en la atracción, aunque su papel en el enamoramiento humano sigue siendo un tema de debate en la ciencia.

  • Complejo mayor de histocompatibilidad (MHC): Estudios han mostrado que las personas se sienten más atraídas por individuos con un perfil genético de MHC diferente al suyo. Este mecanismo, detectado a través del olfato, favorece la diversidad genética en la descendencia y fortalece el sistema inmunológico de los futuros hijos.

    • Estudio clave: Claus Wedekind y su equipo (1995) realizaron el experimento de las “camisetas sudadas”, donde encontraron que un grupo de mujeres preferían el olor de camisetas usadas por hombres con genes MHC diferentes a los suyos. (Wedekind et al., 1995)
  • Feromonas sexuales: Aunque su impacto en los humanos es menor que en otros mamíferos, se han identificado sustancias como la androstenona (presente en el sudor masculino) y la copulina (en las secreciones vaginales femeninas) que podrían influir en la atracción.

2. Vista y simetría facial: la atracción visual

El cerebro humano procesa la apariencia física en milisegundos, y ciertos rasgos son percibidos como atractivos debido a la evolución:

  • Simetría facial: Se asocia con buena salud y estabilidad genética.
  • Proporción áurea: La relación matemática entre los rasgos faciales (como la distancia entre los ojos y la boca) puede influir en la percepción de belleza.
  • Características sexuales secundarias: En hombres, la mandíbula definida y el cuerpo en forma de “V” (hombros anchos y cintura estrecha) se perciben como atractivos. En mujeres, la relación cintura-cadera de 0.7 ha sido considerada universalmente atractiva en varios estudios. (Singh, 1993)

3. Voz y tono: el atractivo auditivo

La voz es otro factor clave en la atracción:

  • Tonos graves en hombres: Se asocian con niveles más altos de testosterona y dominancia.
  • Tonos agudos en mujeres: Pueden ser percibidos como más juveniles y femeninos.
  • Modulación emocional: Un tono de voz cálido y modulante puede generar mayor atracción.

4. Contacto físico y liberación de oxitocina

El contacto físico, como tocar o abrazar a alguien, dispara la producción de oxitocina, la hormona del apego. Esto explica por qué el contacto frecuente refuerza la conexión emocional y el deseo de cercanía.

Los estímulos que activan la producción de dopamina en el contexto del amor incluyen:

  • Contacto visual con la persona amada: Mirar una foto o encontrarse con esa persona especial genera una liberación inmediata de dopamina.
  • Mensajes y notificaciones: En la era digital, recibir un mensaje de texto o una notificación de alguien que nos gusta puede generar un pico de dopamina similar al que ocurre con la adicción a redes sociales.
  • Interacciones físicas: Besar, abrazar o simplemente tocar a la persona amada dispara la producción de dopamina.
  • Anticipación y deseo: Imaginar un encuentro con la persona amada también libera dopamina, lo que explica por qué el enamoramiento puede generar obsesión.

Referencias La química del amor: