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Por Hugo Maguey
La Iglesia Católica tiene nuevo líder. Este 8 de mayo de 2025, fue elegido como Papa el cardenal Robert Francis Prevost, quien asumirá el nombre de León XIV, convirtiéndose en el primer pontífice estadounidense de la historia. Con 69 años de edad, Prevost llega al cargo en un momento de transición en el Vaticano, tras el legado reformista del papa Francisco.
Robert Francis Prevost es el primer papa estadounidense en la historia de la Iglesia Católica. Nacido en Chicago en 1955, fue elegido el 8 de mayo de 2025 como el papa número 267, adoptando el nombre de León XIV. Esta elección marca un hito significativo, ya que nunca antes un estadounidense había ocupado el trono de San Pedro en los más de 2,000 años de historia de la Iglesia.
¿Reformista o conservador?
Robert Prevost no pertenece a los sectores ultraconservadores de la Iglesia, pero tampoco representa una ruptura con la tradición. Es visto como un perfil moderado y pragmático, con sensibilidad pastoral y apertura a las reformas, aunque sin la audacia progresista de Francisco. De hecho, fue el propio Francisco quien lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos en 2023, un cargo clave desde el cual tuvo influencia en los nombramientos episcopales en todo el mundo.
Nacido en Chicago en 1955, Prevost es miembro de la Orden de San Agustín. Pasó más de una década como misionero en Perú, donde llegó a ser obispo de Chiclayo, y actualmente tiene también la ciudadanía peruana. Su experiencia en América Latina, su conocimiento profundo de la realidad eclesial en la región y su perfil multicultural refuerzan su imagen de puente entre culturas, fiel al espíritu del Concilio Vaticano II.
El regreso de un nombre cargado de historia
Prevost eligió el nombre de León XIV, un gesto que no se veía desde hace más de un siglo. El último Papa con ese nombre fue León XIII, quien gobernó la Iglesia entre 1878 y 1903 y fue conocido por su apertura hacia el mundo moderno, especialmente a través de la encíclica Rerum Novarum, considerada el inicio de la doctrina social de la Iglesia.
El uso de ese nombre podría ser una señal de intención: fortalecer la dimensión social de la fe católica, mantener el diálogo con el mundo contemporáneo y reafirmar una visión más incluyente. Además, León XIII fue también un Papa intelectual y diplomático, cualidades que se atribuyen a Prevost por su paso por el Dicasterio y su estilo sobrio y articulado.
Con su elección, la Iglesia entra en una nueva etapa: marcada por la continuidad en la apertura pastoral, pero también con un posible regreso al equilibrio doctrinal. León XIV inicia su pontificado en una era global, con desafíos culturales, políticos y espirituales que pondrán a prueba su liderazgo.