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Por Santiago Ruiz.
Desde octubre de 2024, la violencia en Sinaloa ha alcanzado niveles alarmantes, con un saldo de 563 homicidios dolosos registrados hasta principios de diciembre. Esta cifra refleja la grave crisis de seguridad que enfrenta el estado, donde los enfrentamientos entre facciones del Cártel de Sinaloa —principalmente entre “Los Chapitos” y “Los Mayos”— han exacerbado la situación.
En octubre, se registraron 188 asesinatos, convirtiéndose en el mes más violento del año. En noviembre, la tendencia se mantuvo con 175 homicidios. La tasa de homicidios en todo el estado durante este periodo alcanza aproximadamente 18.6 por cada 100,000 habitantes, según las estimaciones basadas en la población estatal.
Culiacán, epicentro de la violencia
Culiacán, la capital del estado, ha sido el epicentro de esta ola de violencia. Se estima que el 75% de los homicidios registrados en Sinaloa ocurrieron en esta ciudad, lo que equivale a aproximadamente 422 asesinatos en solo dos meses. Esto representa una tasa de 42.1 homicidios por cada 100,000 habitantes, muy por encima del promedio estatal y nacional.
En octubre, Culiacán reportó 136 homicidios, la cifra mensual más alta desde 2010, según informes locales. La violencia en noviembre se intensificó, con jornadas violentas que incluyeron el asesinato de ocho personas en solo seis horas, el 22 de noviembre. Además, la ciudad vivió momentos de pánico el 25 de noviembre, cuando enfrentamientos obligaron a suspender clases en diversas escuelas.
Una población atrapada en la incertidumbre
La escalada de violencia en Sinaloa ha generado preocupación entre la ciudadanía y las autoridades. Las familias viven con miedo constante, mientras que las instituciones educativas y las actividades económicas se ven afectadas por los frecuentes enfrentamientos armados. La militarización de las calles y los operativos de seguridad no han logrado contener esta ola de homicidios, evidenciando la complejidad del problema.
Urgen soluciones integrales
El aumento del 296% en los homicidios en comparación con el mismo periodo del año anterior es un llamado de atención para los tres niveles de gobierno. Expertos en seguridad destacan la necesidad de implementar estrategias integrales que no solo combatan a los grupos criminales, sino que también aborden las raíces del problema, como la desigualdad, la falta de oportunidades y la corrupción.
Mientras tanto, Sinaloa sigue sumido en una espiral de violencia que parece no tener fin, con sus habitantes exigiendo respuestas y soluciones que devuelvan la paz al estado.